domingo, 18 de noviembre de 2012


Cordelia mía:
Tú sabes que me gusta mucho hablar conmigo mismo. En mí he encontrado a la persona más interesante entre mis conocidos. A veces temí  que me faltaran argumentos para estos coloquios, pero ya no existe ese temor, ahora te tengo a ti. Desde ahora en adelante, basta la eternidad, yo hablaré de ti conmigo mismo, del argumento más interesante con el hombre más interesante… ¡Ay de mí! Yo soy sólo un hombre interesante, pero tú eres el argumento más interesante.

Tu Juan


Diario de un Seductor
Sören Kierkegaard

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