miércoles, 15 de febrero de 2012

Sybil Vane

En mi cara se nota una gran sonrisa, se nota una calma que me alegra y alegra a los que quiero.
Meto las manos en mis bolsillos mientras camino sin rumbo, miro a los lados, arriba y abajo tratando de encontrar una explicación de esta sensación tan hermosa y llena de misterios.
De pronto me encuentro en un cuarto, cuatro paredes, una ventana, una luz parpadeante que anuncia la pronta oscuridad… Pero aun sigo feliz, sigo pensando en esa persona  que con un corazón sincero alumbra mis escritos y calma mis nervios.
No estaba acostumbrado a salir y explorar… Temía toparme con un monstruo que me hiciera retroceder y me hiciera dudar de cada uno de mis sueños…
Gracias a ella he llegado cada vez mas lejos, he explorado rincones los cuales no sabia que existían, pude atravesar  profundos lagos de tristeza que mis lagrimas hicieron crecer día a día, bosques fríos y oscuros en los cuales se escuchaban miles de voces balbuceando insultos y riéndose de mis penas… Supere todo eso solo gracias a que extendiste tu mano para sacarme de ahí y darme la confianza que en mí estaba perdida…
Ahora todo es mas que claro, es simplemente hermoso.  La siento conmigo, diciéndome que no me rinda, diciéndome que soy capaz de lograr lo que deseo y nunca dejándome solo.
Por ella hoy estoy caminando… Por ella conozco estos increíbles y nuevos lugares…
Meto mis manos en mis bolsillos de nuevo buscando algo que te pertenezca... Nada aparece…
Miro a mi lado para ver si me acompañas y solo noto la brisa que choca en mi cara…
Me detengo de pronto y comienzo a reír… Soy un torpe, buscaba en el lugar incorrecto…
No sabia que lo que más adoro estaba aun más cerca de lo que alguna vez tontamente pensé.
Continúo mi marcha hacia nuevos lugares ahora sabiendo el lugar donde realmente estas…
Ahora sigo adelante con una sonrisa aun más grande pero ahora hay una diferencia,  ahora camino con una mano en mi pecho…
Al fin sé que me acompañas de viaje…

domingo, 12 de febrero de 2012

Déjame...

Quiero irme déjame de una vez por todas… No me veas, no me hables, no me quieras te lo suplico…
A caso nunca podre abandonar esta esquina fría y húmeda?  
Solo suplico que me dejes ir, permíteme  librarme de este dolor, de este veneno que cada día logra robarme el sueño y me hace sentir débil…
Es esto un castigo? Puedo sentir desprecios que jamás sabré de donde provienen, repentinos y atinados… Siempre dirigidos a un corazón cansado, frio, solo…
Quieres lo peor de mi? Por eso no me dejas levantarme?  Me restriegas tu triunfo falso para causar aun mas dolor?
Solo deseo alejarme de todo esto que me das, quiero ir donde tu dolor no me alcance y pueda seguir luchando por lo que realmente deseo…
Librarme de ti ya no es doloroso, es algo que deseo con todas mis fuerzas y así lograr que mi corazón vuelva a agitar su marco…