¿Qué es un adiós?
Me
puedes decir adiós hoy y catorce años después reencontrarnos con un beso dulce, cálido y
sincero… Me puedes decir adiós hoy y no saber que pasará mañana, no saber que
pasará conmigo, que pasará contigo… El adiós no es más que una reacción en
defensa al dolor, no es más que una amenaza para perturbar tus días hasta que
se te olvide toda esta conmoción que te quita el hambre y el sueño… Hambre de
triunfos y el sueño de poder compartir lo poco que tengo contigo…
Un
adiós no es más que una advertencia de que pronto nos volveremos a ver, es tu
forma de abofetear mis defectos con la delicada, suave y blanca mano de tu
orgullo. Tu adiós no es el mismo que el mío, tu adiós es de liberación, el mío
es de resignación…
Hoy me
es difícil comprender este adiós
exactamente, pero sé que con él, ambos seremos libres, tú serás libre de amar
de nuevo, de ilusionarte de nuevo, de ser un ave y volar tan lejos como te lo
permitas, yo seré libre de seguir deseándote, de seguir extrañándote y de
seguir arrepintiéndome de mis defectos…
Hoy
correspondo tu adiós con mi resignación, hoy abrazo tu adiós y lo amaré por
siempre, hoy decidí decirte adiós y así finalmente desearte lo mejor.
Hoy te
digo adiós, un adiós que definitivamente es más triste que el tuyo…